El marketing de marca consiste en la promoción de productos que son de la marca propia de una tienda o comercio. En los supermercados es una práctica muy conocida por la mayoría de consumidores. Pero en realidad es aprovechable desde cualquier empresa.
No obstante, el conocido marketing de marca siempre se ha debatido en la búsqueda del equilibrio entre calidad y precio. De esta forma, debe ofrecer productos de manera mucho más económica a lo que propone la competencia, que ya tiene parte de su público creado. Por otro lado, debe mantener unos criterios de calidad mínimos, si quiere mantenerse en el mercado con posibilidades respecto a productos de otras marcas.
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El marketing de marca que se basa en el precio
El marketing de marca presenta una situación curiosa. La mayoría de consumidores se decanta por estos productos en relación al bajo precio que exigen. Normalmente este precio está solo unos ratios por debajo del importe que exige la competencia, pero a veces puede llegar a menos del 50% o incluso a rangos inferiores.
Una de las ventajas más importantes en este tipo de publicidad es que la calidad exigida se reduce conforme el precio es todavía inferior respecto a la competencia. Los consumidores parece que aceptan una peor calidad para productos de menor precio, en lugar de exigir la misma calidad a un coste menor.
Pese a que esto pudiera parecer una ventaja para la compañía, en realidad supone un reto a nivel comercial. Si bien muchos consumidores pueden aceptar una reducción de la calidad, la mayoría no va a dejar de comprar un producto que presenta unos rangos mínimos de sabor o saciedad, por mucho que la alternativa de marca blanca lo garantice.
Cantidad y calidad en el marketing de marca
Esto ha motivado a dos estrategias en el marketing de marca, más allá del obvio camino de un precio reducido.
Por un lado está la estrategia de ofrecer mayor cantidad de producto, incluso sin tener que reducir el precio. Un mismo coste por 250 gramos de producto respecto a 100 gramos, siempre va a llamar la atención del consumidor.
Sin embargo, donde realmente consigue beneficios notables la empresa es cuando consigue al mismo o menor precio, un producto de mejor calidad. Esto va a garantizar la afinidad del cliente para futuras compras, así como la eliminación de la competencia para este tipo de productos.