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Paul McCartney ha anunciado un concierto en Madrid después de 12 años de su última visita a España. El estadio Vicente Calderón acogerá este show multitudinario el próximo 2 de junio. Que el bajista y compositor de The Beatles es uno de los músicos y compositores más influyentes en toda la historia de la música pop es un hecho mundialmente conocido: cientos de números 1, 60 discos de Oro, más de 100 millones de álbumes vendidos, veintiún premios Grammy y un Oscar a la Mejor Banda Sonora, son sólo algunos de sus logros alcanzados en su brillante trayectoria musical. Que, además, este caballero del Imperio Británico es uno de los hombres más ricos y famosos del Reino Unido es también público y notorio. Sin embargo, desde estas páginas queremos profundizar un poco en su faceta de empresario de éxito. McCartney ha conseguido un lugar de honor en la historia de la música popular, pero también puede pasar a la historia como uno de los hombres de negocios de nuestro tiempo.
McCartney está considerado como uno de esos hombres que todo lo que toca lo convierte en oro. Su simple apellido es ya una marca, pero el Beatle quiso ir más allá en temas empresariales. En 1970, tras la disolución de The Beatles, el músico británico creó MPL Communications (siglas de McCartney Products Limited), un holding creado por el autor de “Yesterday” para defender sus intereses comerciales que, además de hacerlo con sus propias canciones compuestas después de los Beatles, se expandió rápidamente, absorbiendo otras compañías musicales hasta el punto de convertirse en una de las editoriales musicales privadas más importantes del mundo. MPL Communications posee los derechos de autor de más de 25.000 canciones de los últimos 100 años de la historia de la música popular, de artistas como Buddy Holly, Jerry Herman, Louis Jordan, Carl Perkins, Bessie Smith, Frank Sinatra…
MPL Communications tiene sedes en Londres y Nueva York. Se desglosa en 25 compañías filiales, algunas de las cuales cotizan en Bolsa, que se ocupan de la diversificación temática de los negocios de Sir Paul McCartney. El catálogo se ha extendido mucho más allá de la música y hoy en día incluye los derechos de diferentes obras musicales como A Chorus Line, Guys and Dolls, Annie y Grease, y el copyright de películas como Brokeback Mountain y Good Night and Good Luck, además de libros, obras de Arte y otros productos de diversa naturaleza, ya que esta compañía solicitó en el año 2006 poder utilizar la marca asociada al apellido McCartney en sectores como la ropa y la comida vegetariana.
