Mitele Plus, Atresplayer Premium… Cada vez más grupos de televisión se suman al negocio por suscripción de sus servicios. A cambio, el principal valor añadido es prescindir de la publicidad.
Sin embargo, ninguna empresa se ha decantado por la vía unitaria, es decir, la misma que Netflix que prescinde absolutamente de la publicidad y deja su rentabilidad comercial en manos del atractivo para conseguir suscriptores.
En este artículo te explicamos por qué las televisiones mantienen la promoción de su negocio con ambas vías y no se decantan por una sola.
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El valor de la tendencia
Es innegable que la evolución del streaming ha motivado una adaptación de las televisiones tradicionales. Sin embargo, no podemos obviar tampoco que es una tendencia todavía no consolidada.
El futuro de las televisiones es a día de hoy incierto. No se sabe si finalmente emitirán solo por Internet, ni si la publicidad rentabilizará por sí sola la viabilidad de los proyectos, cada vez más ambiciosos, de cada cadena de televisión.
Cuidar a los mejores clientes
Desde las televisiones no se olvidan de quién es su mejor cliente. No es el espectador, sino la empresa publicitaria que invierte en base al valor que sí representa cada persona que ve la televisión.
Por ese motivo, las televisiones han querido apaciguar los ánimos de los anunciantes, al indicar que la televisión por suscripción sin publicidad no es competencia, sino complementariedad.
Un modelo de negocio adaptado a distintos perfiles
Netflix utiliza varios perfiles de suscripción. El motivo es que de esta forma puede atraer a un mayor número de clientes, adaptando su servicio a sus preferencias.
Las televisiones hacen lo mismo, pero diferenciando los perfiles con y sin publicidad. Por un lado está el espectador que nunca pagaría por ver el contenido de una televisión tradicional.
En su caso, además, asume la presencia de publicidad y no le genera tanta molestia como para decidir no consumir el servicio.
Por otro lado, está el cliente que sí vería más la televisión si no hubiera publicidad. Es más, está dispuesto a pagar una pequeña cantidad por el mismo contenido libre de anuncios. Si a ello se le añade contenido exclusivo, su suscripción está garantizada.
En marketing la posibilidad de promocionar un servicio a diferentes tipos de clientes, representa casi una obligación. Negar la posible adquisición de clientes solo por prescindir de una adaptación que apenas gasta recursos no es lógico. Por tanto, en televisión, ambos servicios están llamados, de momento, a coexistir.