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En el mundo del marketing empresarial apostar por los nuevos formatos siempre es algo arriesgado, pero que en la mayoría de ocasiones supone una ventaja competitiva y una estrategia de gran efectividad. La pregunta que hay que hacerse cuando lo novedoso es aquello que se está buscando es, sencillamente, ¿qué se considera ahora nuevo?
Podría pensarse, por ejemplo, que hace unos años lo novedoso era crear una revista digital. A menudo estas versiones iban acompañando de forma resumida a los contenidos de una revista física.
Lo cierto es que las empresas que iniciaron esta estrategia se han visto obligadas a incrementar los contenidos digitales ofrecidos de forma gratuita con el fin de obtener rentabilidad a base de publicidad online.
Hoy en día, sin embargo, un portal o una revista online no es algo novedoso, sino un paso lógico para rentabilizar productos basados en contenido informativo o de entretenimiento. Lo nuevo, por paradójico que resulte, es precisamente editar en papel.
Una de las muestras más recientes la protagoniza la revista Osom, que consiste en la publicación de información relacionada con los youtubers más famosos del mundo. De esta forma, se parte de un entorno digital como es YouTube para aprovechar una tendencia dentro de este nicho (los youtubers) y se apuesta por un medio que en base a muchos argumentos se considera que va a desaparecer, el papel tradicional.
La estrategia tiene muchos argumentos razonables, siendo lo chocante que resulta la elección de papel para hablar de YouTube lo que más llama la atención. Pero no es lo único por lo que Osom parece haber acertado.
La revista física va dirigida a los consumidores de YouTube, concretamente a su perfil más joven y adolescente. Este público está muy poco acostumbrado a las publicaciones en papel, dado que principalmente están siempre con dispositivos tecnológicos visitando su red social favorita de contenido audiovisual. Sin embargo, el perfil general de adolescentes y preadolescentes sí que existe y está interesado por las revistas, de hecho las publicaciones en este sector llevan décadas generando beneficios y no parece que hayan notado especialmente la crisis, ni económica ni digital.
Pero este es sólo un ejemplo de cómo se puede apostar por un medio nuevo, sin que necesariamente sea algo revolucionario o que acaba de salir al mercado. Por interés propio de los consumidores en dicho medio, como también por la actual moda vintage y retro, lo nuevo también es lo que hace años era completamente normal y corriente, por lo que las posibilidades de promocionar un producto o servicio tiene ahora más posibilidades de llamar la atención que antes.
