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La guerra del marketing online se extrapola a todos los sectores. Da igual si se trata de dos zapaterías locales rivales en un barrio o dos empresas multinacionales de la talla de Google y Apple. Todas necesitan del marketing para publicitarse y vender lo mejor posible sus productos y servicios.
En el caso concreto de Google y Apple, se comparte el sector de la tecnología como principal fuente de ingresos, sin embargo muchas de sus líneas de negocio son diferentes. A pesar de ello vale la pena comprobar cuál de las 2 empresas consigue mejores beneficios en base a su publicidad comercial.
El cambio positivo a Alphabet
A finales de verano de 2015 Google realizaba un cambio estructural en la empresa creando Alphabet como empresa paraguas de la compañía matriz. A nivel corporativo era un paso que separaba la industria tecnológica del buscador y del resto de experimentos que Google pone en marcha constantemente.
A nivel publicitario se trata de un cambio de marca hacia una posición de fuerza, con una nueva denominación para una empresa de la talla de Google. A nivel de imagen, el cambio ha sido bien recibido por los inversores y 2016 se presenta como un año positivo y alcista para Alphabet, dejando así a Google como marca en un segundo plano. El balance final ha sido de un repunte de las acciones de hasta un 47% y más de 60.000 millones de dólares en ventas conjuntas de todo el negocio.
El estancamiento de Apple
La compañía con el logo de la manzana mordida ha tenido un 2016 menos impresionante que Google. La brecha entre ambas compañías ha pasado de 400.000 millones de dólares a sólo 12.500 millones de dólares. La razón de este acercamiento no sólo se basa en los éxitos de su rival tecnológico, sino también de un estancamiento comercial de Apple.
El producto mejor valorado de la compañía, el smartphone de gama alta iPhone, apenas ha crecido un 0,4%, el menor incremento de un iPhone en toda su historia. La compañía achaca el problema de la inversión en China como razón principal a este menor aumento de sus ingresos. La realidad expone sin embargo una falta de creatividad en sus productos que ha optado por intentar una “renovación de estilo”. Productos como el smart watch de Apple o la renovación de otros dispositivos ya considerados en desuso, como los iPod, no han servido para renovar con frescura la marca. Apple ahora mismo debería optar por una estrategia de marketing basada en la confianza que ofrecen sus productos y lanzar un nuevo dispositivo que rompa la línea de los anteriores. Mantener su calidad como máximo valor de sus campañas publicitarias, no impedirá que la competencia se le acerque inexorablemente.
