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¿Euforia de los compradores o estrategia de marketing efectiva? Si la noticia de cómo H&M ha gestionado la apertura de sus tiendas, de cara a la nueva colección firmada en colaboración con la boutique parisina Balmain, hubiera salido hace 6 meses, habría sido mucho más revolucionaria. Sin embargo, nos encontramos con dos importantes antecedentes.
Por un lado, no es la primera gran colaboración de H&M con otra marca o firma. Ya anteriormente Versace o Karl Lagerfeld ofrecieron su firma en ropa vendida en las tiendas de H&M. El resultado ha sido en ambas ocasiones nefasto, con aglomeraciones dentro de los establecimientos, trato dañino y perjudicial para las prendas puestas a la venta, un estilo de moda tirado, literalmente, por los suelos, etc.
Por el otro lado, tenemos los recientes casos de Apple, Primark o Costco, donde la fascinación por la apertura de nuevas tiendas, curiosamente con una gran diferencia por lo visto en seguidores de Primark, ha obligado a restringir la visita de los clientes interesados. Colas kilométricas, duración limitada para comprar, unidades también limitadas por cada cliente… Todo en vistas de proteger el interés mutuo de clientes y empresa, aunque también una excelente estrategia de marketing basada en la fascinación por aquello que desean los demás.
En el caso de H&M, sin embargo, esta medida no ha impedido que otro entorno menos cuidado haya sido víctima de una asistencia masiva como ha pasado con la web oficial. Con un mensaje que rogaba la espera del usuario, la tienda online se mostraba bloqueada. Era imposible realizar la compra a través del comercio electrónico y en la página se recomendaba tener en cuenta que ninguna adhesión de un artículo al carrito garantizaba su reserva, por lo que se recomendaba su compre inmediata.
Dado que esto ha podido suponer miles de ventas frustradas de otros productos, se puede dar por sentado que esto no es una estrategia de marketing, sino una falta de previsión de accesos (para lo que habría que haber contratado un servidor adicional temporal) y una imposibilidad de coordinar los recursos de stock digitales con los físicos, por la rapidez de venta de los artículos.
Y la codiciada colección consiste básicamente en una línea puesta en oferta por H&M con el sello de diseño y calidad de Balmain a un precio asequible para el tipo de público de H&M. Sin llegar aún a la temporada navideña, la empresa ha podido ver el deseo de la gente por sus prendas. Una buena estrategia, voluntaria o no, de marketing para finalizar el año.
