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Samsung ha sufrido lo indecible empresarialmente hablando en relación a su último modelo, el Samsung Galaxy Note 7. Esta phablet adolecía de un problema con sus baterías que provocaba sobrecalentamientos y explosiones.
La empresa no ha conseguido solucionar el fallo en su fabricación y la única solución planteada con carácter definitivo ha sido la de retirar el modelo del mercado. Esto, a su vez, ha tenido una repercusión con respecto a su reputación comercial, que le podría haber ocasionado un desgaste considerable. Para evitarlo, Samsung ha optado por el marketing de contención.
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Qué es el marketing de contención
Tal y como indica su nombre, el marketing de contención busca minimizar las consecuencias de alguna acción, en este caso la producción defectuosa de un producto de la gama de teléfonos móviles.
Para conseguirlo, las acciones se centran en la información y honestidad con respecto al grave fallo cometido, con el fin de mostrar una imagen de la empresa sincera y mantener en la medida de lo posible la confianza de los consumidores.
Por otro lado, el marketing de contención también intenta mantener la reputación óptima sobre la empresa y, sobre todo, en relación a la calidad de sus productos, enfatizando los logros obtenidos hasta el momento. Samsung lo tenía relativamente fácil en este sentido, dado que ha sido la empresa número uno de todo el mundo en telefonía móvil, por innovación, creatividad y funcionalidad. Visto de esta forma, el Samsung Galaxy Note 7 es tan sólo un excepcional fallo cometido.
Consecuencias del marketing de contención
Tras varios meses aplicando el marketing de contención, como era previsible Samsung no ha podido mantener su primera posición en algunos países como España, en relación a las empresas que más han vendido teléfonos móviles del país.
Sin embargo, sí ha conseguido importantes éxitos. El más importante es que, si bien al final su competidor Huawei le ha superado, lo ha podido hacer tras pasar graves dificultades y desgaste de sus recursos y sigue siendo considerada una de las empresas más fuertes de todo el sector.
Además, la pérdida de la primera posición se realiza por la mínima, de manera que Samsung aún tiene posibilidades de recuperarla, en cuanto sus próximos teléfonos móviles demuestren una calidad que el Note 7 lamentablemente no tenía.
Como conclusión, Samsung ha podido evitar el desastre en el que se había metido involuntariamente, con resultados obviamente no positivos, pero lo suficientemente notables como para minimizar pérdidas.
