Cargando…
En ocasiones el marketing no está basado en estrategias propias, sino que los condicionantes del mercado o el sector en el que se comercializa nuestro producto o servicio, hacen derivar la situación hacia unos entornos u otros. Esto a veces resulta rentable desde el punto de vista de la publicidad y se aprovecha, no negando ni afirmando su credibilidad, pero sí aprovechando esta situación para vender más.
Un ejemplo práctico lo ha protagonizado recientemente Tesla. La compañía ha desarrollado un sistema denominado Autopilot que ha sido alabdo por la prensa y especialistas como la conducción autónoma del futuro, que ya nos ha llegado. La empresa en ningún momento ha negado que esa tecnología sirviese para que el coche se conduzca solo, ni tampoco ha confirmado que esa sea la verdadera funcionalidad de este Autopilot. Se ha limitado a aprovechar el tirón por esta tecnología para vender más unidades de sus vehículos autónomos.
La realidad, sin embargo, en ocasiones llega para poner las cosas en su sitio. Tras varios accidentes con vehículos de Tesla involucrados e incluso una víctima que falleció cuando el coche funcionaba solo, la empresa se ha visto necesitada de dejar claro, ahora sí, que su sistema de conducción autónoma es meramente asistencial y no debe sustituir la conducción humana. Pero es posible que esta recapitulación haya llegado demasiado tarde. Muchos conductores se sienten estafados por el hecho de que la empresa les ha prometido algo que en realidad no existe. Peor aún es la acepción de Autopilot que una gran mayoría de expertos e incluso instituciones públicas le piden que retire por confundir al consumidor final.
Mientras el debate cobra fuerza en las redes sociales y en la propia empresa de Tesla, los accidentes siguen sucediéndose, lo que expone a la compañía en una situación realmente complicada, porque de seguir así serán las autoridades quienes tomarán cartas en el asunto y la normativa legal se hará mucho más dura para poder desarrollar con soltura este tipo de tecnología.
¿Quién tiene razón? La verdad es que ambas posturas son entendibles. Tesla no tiene la obligación de comentar una campaña publicitaria que le es favorable hasta que deja de serlo. Sin embargo, los usuarios deberían tener suficiente conciencia como para examinar a fondo las posibilidades de algo que acaban de comprar, más aún cuando la seguridad de cada uno está en juego.
