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Desde hace ya algunas ediciones, la celebración de un Mundial de Fútbol era sinónimo de incremento de ventas de televisiones. Sin embargo, hasta ahora algunos factores como la limitación tecnológica o la crisis económica, habían frenado su potencial comercial.
Con la celebración del Mundial de Fútbol 2018, la promoción de las televisiones ha encontrado su momento ideal. La tecnología en el sector se ha desarrollado hasta límites inimaginables hace apenas unos años y la relación entre tamaño, calidad y coste está mejor equilibrado que nunca. Se espera así que 2018 cierre con un volumen de ventas de 2,9 millones de televisiones en un crecimiento económico del 5%, hasta los 1.260 millones de euros.
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Televisiones más grandes, más espectaculares y más baratas
Se estima un crecimiento de hasta el 150% de las ventas de televisiones de más de 65″, hasta ahora el estándar máximo en el que muchos usuarios se plantaban, por miedo a no tener espacio en la vivienda y por el excesivo precio que supone un modelo mayor.
Sin embargo, el Mundial de Fútbol ofrece partidos sobre el césped que bien merecen unas mayores dimensiones o eso es, al menos, lo que motiva a muchos compradores a adquirir este tipo de televisiones.
El hecho de que se haya reducido el precio medio de las televisiones (de hecho sigue cayendo), incentiva todavía más su adquisición junto antes de celebrarse el evento deportivo.
A todo ello se une el hecho de que tecnología como 4K, QLED, compatibilidad HDR y desarrollos similares, que van a permitir disfrutar de los partidos como nunca antes, incluso aunque no se emitan con tanta calidad.
Los otros elementos promocionales de las televisiones
Por descontado, el Mundial de Fútbol es una mera excusa para tener una de estas pantallas gigantes en el salón. Toda la familia puede presentar su interés particular en ellas.
A destacar debe identificarse el auge del streaming online por televisión, cada vez con mayor presencia de plataformas, que permiten disfrutar de contenidos en alta calidad desde las smart TV actuales. Sin duda, esta tendencia motiva un mayor consumo en el sector.
Pero también está el diseño. Los fabricantes han encontrado una necesidad y preferencia por televisiones capaces de encajar en el entorno donde se colocan, más allá de un marco negro. De esta forma, se comercializan desde televisiones que se transforman en cuadros digitales de manera asombrosa, hasta los que se mimetizan con el entorno para simular su presencia.
