La compañía de Google suele transmitir una imagen de empresa positiva, en la que se cuida a sus empleados, se incentiva su creatividad y por descontado permite lucrarse económicamente.
Sin embargo, el periódico estadounidense The New York Times ha destapado una práctica empresarial alejada de esta imagen que, de hecho, podría desatar una crisis de reputación importante, que podría extenderse al valor de sus acciones.
En este artículo encontrarás
Medio centenar de despidos
El caso se relaciona con los despidos de hasta 50 empleados de la compañía. Según el diario, aunque ninguno de ellos casi ha trascendido, están relacionados con potenciales escándalos de acoso.
Según esta información, la compañía habría despedido a medio centenar de profesionales con el fin de que no trascendieran estos casos en escándalo público. Solo uno de los casos, el relativo a Andy Rubin, creador del sistema operativo Android, se acompañó de una indemnización por despido que alcanza los 90 millones de dólares.
Acción de Google ante los casos de acoso
Google ha decidido optar por la prevención. Con el despido de empleados ha querido enmascarar una situación muy delicada. El despido de Rubin coincidió en el tiempo con el auge del movimiento MeToo, que precisamente se centra en la denuncia de los casos de acoso que principalmente se dieron en el sector cinematográfico.
Sin embargo, parece algo incluso inocente haber pensado por parte de Google que estos casos iban a permanecer ocultos con tantos implicados en el asunto. De hecho, el diario no cita a ninguna persona en concreto, sino simplemente fuentes de la compañía.
De momento la empresa tecnológica no se ha pronunciado al respecto de estos casos de forma detallada. Simplemente se ha limitado a admitir los hechos y que los despidos abarcan un periodo total de 2 años.
A partir de aquí, parece que no ha habido más consecuencias directas, ni por parte de los implicados, ni tampoco por movimientos contrarios a la ocultación de casos de acoso en las empresas.
Sin embargo, la noticia ha trascendido y ha dañado la imagen de Google, que deja de presentarse como la positiva empresa que siempre parece haber mantenido como perfil entre el resto del sector.
Por eso los directivos comienzan a mover ficha. Ya han declarado que la lucha contra los casos de acoso va a ser completamente intransigente y que actuará con mayor transparencia. Sin embargo esto solo parece una promesa sobre hechos pasados. Habrá que ver cómo actúa en el caso de que una nueva denuncia de acoso realmente traspase las fronteras de la compañía. Si esa trasparencia prometida no se ejecuta, entonces Google podría verse en un verdadero problema.