Hoy en día es innegable el poder promocional y comercial que ofrece la tendencia retro. Por tanto, ya no sorprende tanto cuando una empresa ofrece un dispositivo o desarrollo, basado o en homenaje a algo que hace años que dábamos por enterrado.
Sin embargo, una empresa sí sorprende si se basa en la tendencia retro y mejora lo anterior. Es lo que Fujifilm intenta con su nuevo modelo de cámara fotográfica instaxSquare SQ6.
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La opción realmente retro de Fujifilm instaxSquare SQ6
Muchos de los productos que se autodenominan retro se quedan en la superficie. En la caso de cámaras fotográficas, hay muchas opciones que permiten imprimir inmediatamente la fotografía como antaño.
No obstante, antes de capturar la fotografía permiten visualizar la imagen en una pantalla digital, a veces incluso retocarla y compartirla en redes sociales mediante una conexión con nuestro dispositivo móvil.
Fujifilm instaxSquare SQ6 no. La cámara, de un diseño completamente retro, también permite saber qué se sentía antiguamente tanto al realizar una fotografía como al imprimirla. Para la captura, se mira por un diminuto visor ubicado en la parte derecha de la cámara.
Las imágenes no se previsualizan, ni tampoco se sabe cómo han quedado una vez capturadas, hasta que no se realiza la impresión. Eso sí, se puede hacer de forma inmediata aunque sobre un papel que quizás muchos consideren excesivamente caro.
Innovaciones de Fujifilm instaxSquare SQ6
La cámara 100% analógica Fujifilm instaxSquare SQ6 no es un modelo llegado desde el pasado, tiene sus innovaciones tecnológicas y está adaptado a las nuevas tendencias.
El mayor ejemplo lo representa el hecho de poder seleccionar entre un modo automático que controla la cámara o bien la elección de diversas modalidades de captura fotográfica, incluidos los selfies a unos 50 centímetros de distancia.
La cámara también tiene flash, función de retardo, opción de montaje sobre trípode y espejo para ver cómo se queda en la fotografía.
Además funciona con cartuchos, evocando así la inclusión tradicional de carretes de negativos, que se colocan desde la parte trasera de la cámara.
Su autonomía es de unas 300 capturas a partir de las pilas de litio que consume y la impresión de la fotografía no llega a los 2 minutos. Además, las fotografías son completamente cuadradas, de 6,2 x 6,2 centímetros, una moda que está siendo ligada a Instagram y sus ya clásicas capturas.