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Pese a lo que pueda parecer en una primera instancia, no estamos ante una nueva burbuja tecnológica como la acaecida en 1999, que supuso el fin de miles de empresas centradas en el negocio digital. Es cierto que algunas de las grandes empresas actuales como Apple, Twitter y Microsoft están lejos de su mejor momento en la Bolsa y acumulan pérdidas constantes del valor de sus acciones, pero se argumenta en base a tendencias lógicas del mercado.
Apple, por ejemplo, es la primera vez desde su salida al mercado en 2013 que no supera las expectativas más altas del mercado y esto deriva en una desconfianza que, por fuerza, hace bajar el valor de las acciones.
El principal motivo que ha frenado a Apple ha sido el mercado chino. Se trata de la compañía estadounidense que más depende de este mercado. Le debe más del 30% de su cuota de mercado y más de la mitad de su crecimiento. El hecho de que se produzca una desaceleración en el crecimiento de China, pese a que hasta el momento había sido fácil de esquivar, esta vez no ha habido otra opción y le ha afectado directamente.
Microsoft es otra de las empresas que está sufriendo una racha nefasta en su cotización en Bolsa. En esta ocasión es el arrastre de negocios fallidos como la compra de Nokia en 2014 por 9.400 millones de dólares. Actualmente sufre una depreciación de 7.500 millones, siendo de esta forma un auténtico desastre bursátil que ha participado en una reestructuración de la empresa, que tendrá como principal protagonista el despido nada menos que de 7.800 trabajadores. Obviamente, esta situación supone siempre una desconfianza para los inversores y el valor de sus acciones bajó un 0,14%.
Twitter es otro de los grandes protagonistas de desastres bursátiles estos últimos días. No llegar a superar las expectativas de crecimiento, limitándose a 316 millones de usuarios mensuales, no sólo ha decepcionado a su consejero delegado interno, Jack Dorsey, sino que además ha motivado un factor de desconfianza que se ha traducido en un descenso en Bolsa de la compañía de hasta el 14%. La compañía lleva con pérdidas acumuladas desde abril y, pese a todo, se mantiene las esperanzas de obtener beneficios a corto plazo. Sin embargo, la publicidad con anuncios promocionados no está ofreciendo todos los beneficios esperados y, aunque hablamos de cifras millonarias, la red social del pajarito más famoso del mundo, se encuentra en delicados problemas económicos.
